Todo acto ritual está relacionado con el hecho de la celebración. Una fantasía social que mantiene al ser humano en contacto con las fuentes de la creatividad a través del gesto. Es cierto que si hay algo que nos diferencia de los animales es el hecho de la fiesta pero Ana Barriga no ha llegado a nuestro mundo para pintarnos una realidad materialista siempre subjetiva, sino para recordarnos la posibilidad imaginativa de nuestros corazones.